Tú éxito es mi éxito es una pequeña historia extraído un libro estupendo que leí hace un tiempo titulado Emociones: las razones que la razón ignora de la editorial Obelisco escrito por Mercè Conangla, Jaume Soler y Laia Soler Conangla.
Y dice así:
“Un hombre tenía un sembrado de flores estupendas; cada día salían de su cultivo centenares de paquetes para vender a la ciudad con las flores más bellas y fragantes que nadie pudiera conocer.
Cada año ganaba el premio a las flores más grandes y de mejor calidad y, como era de esperar, era la admiración de todos en la región. Un día se acercó un periodista de un canal de televisión para preguntarle el secreto de su éxito, a lo que el hombre contestó:
- Mi éxito se lo debo a que de cada cultivo saco las mejores semillas y las comparto con mis vecinos para que también las siembren.
- ¿Cómo?- preguntó el periodista-, pero esto es una locura, ¿acaso no teme que sus vecinos se hagan tan famosos como usted y le quiten su premio?
El hombre le dijo:
- Yo lo hago porque al tener ellos buenos sembrados, el viento devolverá a mi cultivo buenas semillas y la cosecha será mejor. Si no lo hiciera así, ellos sembrarían semillas de mala calidad que el viento traería a mi cultivo. Sus semillas se cruzarían con las mías haciendo que estas flores fuera de peor calidad.
Una vez que terminé de leer esta historia de tú éxito es mi éxito me vinieron a la mente dos emociones que son contrarias: la envidia y la generosidad. Cuando una persona es envidiosa alberga un sentimiento de frustración “otro tiene algo que no tengo y además me es imposible”. En definitiva la envidia te limita mientras que la generosidad, es dar y darse sin esperar nada a cambio, mediante ella tu energía se renueva y revierte lo dado.
Así que esto es lo que digo siembre tú éxito es mi éxito.
Paula Cañeque- psicóloga