Crecimiento personal
FORTALEZAS
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FORTALEZAS

Contenido del artículo:

Cuando desde el ámbito de la psicología hablamos de fortalezas nos estamos refiriendo rasgos o cualidades positivas que poseen las personas y que les permiten llevar una vida plena y consentida.

Incluyen atributos como pueden ser la creatividad, la gratitud, la amabilidad, el amor, el coraje, la perseverancia, el autocontrol y la sabiduría, entre otros. Estas fortalezas se consideran universales, se observan en todas las culturas y contextos.

Identificar y comprender las fortalezas en el ser humano ha incentivado una gran cantidad de estudios científicos del bienestar y del fortalecimiento humano, ayudando a las personas a aprovechar su potencial y comprenderse a sí mismas, así como desarrollar otras nuevas.

Es importante comprender que las fortalezas pueden adoptar diferentes formas, como por ejemplo incluyen rasgos de personalidad, formas de pensar, capacidades para abordar emocionalmente una situación, así como las habilidades a la hora de relacionarnos entre nosotros…

Pero vayamos por partes…

Conoce cómo surgió el concepto de fortaleza

Tradicionalmente, los estudios de psicología han dedicado muchos esfuerzos a estudiar los aspectos negativos y patológicos del ser humano, ansiedad, estrés, depresión, …

Sin dar cabida y dejando de lado los aspectos más positivos del ser humano como por ejemplo la creatividad, la inteligencia emocional, el humor, la sabiduría, la gratitud, la resiliencia, etc.

En 1998 surge la psicología positiva que a diferencia del enfoque tradicional de centrarse en los aspectos negativos y patológico, se concentra en los aspectos positivos o fortalezas del ser humano.

Aunque hay que destacar el interés en las cuestiones positivas del ser humano se remonta al movimiento humanista del 2008, cuyos psicólogos humanistas destacados incluyen a Carl Rogers padre de la psicología centrada en el cliente y Abraham Maslow conocido por su jerarquía de las necesidades humanas: dando lugar a la pirámide de Maslow.

La psicóloga Ilona Boniwell es autora de un libro titulado “Psicología positiva en pocas palabras” que es una aproximación precisa, así como concisa, de los principios y prácticas de la psicología positiva. Según esta psicóloga, tras la Segunda Guerra Mundial, el campo de la psicología tenía tres objetivos:

  • Curar a los enfermos mentales.
  • Mejorar la vida normal.
  • Identificar y nutrir a los grandes talentos.

     

Debido básicamente a la repercusión y el sufrimiento producido como resultado de la guerra, desde esa óptica la psicología opero bajo un modelo de enfermedad que se enfoca en identificar lo que está mal en las personas. Esto tenía un sentido en aquel momento.

A finales de los años 90, concretamente en 1998, surge la psicología positiva, que da un espacio y entendimiento de la psicología humana desde otra perspectiva de la mano del psicólogo e investigador Martin Seligman.

La curiosa historia de Martin Seligman

Es curioso que muchos de los grandes avances y descubrimiento en la ciencia surgen de vivencias personales que inspiran a los investigadores a plantearse nuevas preguntas y enfoques… Justo es lo que le ocurrió a Martin Seligman.

Cuenta la anécdota que estaba Martín Seligman en el jardín de su casa, rodeado de rosas y plantas. Acababa de ser elegido director de la Asociación Estadounidense de Psicología, APA. Un día, mientras se encontraba trabajando en el jardín con su hija pequeña, Nikki, Seligman se distrajo y se sintió molesto al ver a la niña, de cinco años, como arrojaba al aire flores mientras se reía. Seligman le gritó, diciéndole que se detuviera, momento en el que Nikki entabló una conversación y le recordó cómo de los tres a los cinco años había sido una llorona, pero que cuando llegó a su quinto cumpleaños había tomado la decisión consciente de dejar de serlo. Si podía cambiarse a sí misma con un acto de voluntad ¿No podría papá dejar de ser tan cascarrabias?

Justo en ese instante tuvo su epifanía ¿Qué pasaría si se alentara a cada persona a nutrir sus fortalezas, como lo hizo con la pequeña, en lugar de regañarla para que corrigiera sus defectos?

Poco tiempo después, reunió a los mejores psicólogos del país para investigar e idear una estrategia y método para reorganizar la psicología en su conjunto, lejos del modelo de tratamiento basado en enfermedades. Y desde su pulpito, como presidente de la asociación de psicología americana, APA, en su discurso presidencial inaugural, Seligman en 1998 alumbró la psicología positiva.

Actualmente, Martín Seligman es el primer defensor de la ciencia del bienestar. Ha publicado diferentes libros, así como participado en charlas donde da un paso al frente con este concepto de fomentar las fortalezas y las habilidades de las personas.

En el siguiente video, titulado “Aprendiendo a Ser Felices” el propio Seligman nos explica cómo ser más felices. El video pertenece al maravilloso programa de divulgación científica “Redes” de Eduard Punset.

Ejercicios que te plantea Martin Seligman

Con la idea de hacer hincapíe en lo dicho por Seligman, y por si de esta manera te animas y te facilita la práctica de los ejercicios, me he permitido ponerlo por escrito:

El primer ejercicio del video, Seligman, plantea que se lleve a cabo durante una semana para apreciar sus resultados, afirmando que si se realiza durante seis meses, el ejercicio tiene efectos positivos sobre la depresión. El segundo ejercicio propone llevarlo a cabo durante dos semanas:

La base consiste en tres aspectos a cultivar: “en primer lugar están las emociones positivas que aportan satisfacción; en segundo lugar la vida comprometida, que consiste en tener más flujo en la vida, en este caso él propone el uso del agradecimiento como fuerza motriz y por último, el sentido de la vida a través de acciones filantrópicas.”

  1. Para desarrollar este primer ejercicio, escribe tres cosas que te han ido bien en el día y por qué han ido bien.
  2. Desarrollar la gratitud: este ejercicio consiste en dos partes.
  3. En la primera parte piensa en alguien que es significativo para ti, pero que nunca se lo has hecho saber ¿Has pensado en alguien? Ve escribiendo una carta en donde refleje las palabras que esa persona te dijo y cómo te afectó, en qué situación estabas y la influencia que tuvo en tu vida y en qué situación estás ahora. Queda con esa persona sin decirle por qué quedas con ella y léele lo que le has escrito. La segunda parte, Piensa en cosas que puedas hacer para ayudar a los demás, o si ya las haces reconocelas. Puede ser que le hagas la compra a tu madre todas las semanas, pero se ha convertido en una rutina en la que no reconoces tu acción altruista.

Pero en qué consiste la psicología positiva…

“La psicología positiva es el estudio científico de lo que hace que valga la pena vivir la vida”

(Snyder, 2021, p.XXIII)

La psicología positiva utiliza la ciencia para descubrir y comprender aquellos aspectos que les permiten a los seres humanos prosperar y sentirse bien consigo mismo.
 
La psicología positiva no pretende ignorar los problemas reales, sino que prefiere tener un enfoque holístico, es decir, tener una visión de conjunto de la persona para desarrollar esas habilidades que la hacen sentir plena.
 
Se podría decir que la psicología positiva complementa a la psicología tradicional, que está basada en un modelo de enfermedad, fomentando el bienestar de las personas a través de la identificación y cultiva la apertura de fortalezas, con el fin de enfocarnos para tener una vida con sentido y valiosa.

En definitiva, la Psicología positiva es una rama de la psicología que cada día tiene una mayor aceptación y que se encarga del estudio del funcionamiento óptimo de las personas, buscando comprender, a través de exhaustivas investigaciones, las cualidades y emociones positivas del ser humano.

¿Qué características tiene la psicología positiva?

Algunas de las características que tiene la psicología positiva incluyen:

1.- Enfatiza la importancia de la fortaleza: identificar y cultivar las fortalezas individuales en lugar de centrar su atención en las debilidades y en los déficits. Todo ello implica desarrollar emociones, fortalezas de carácter, patrones de pensamiento y comportamientos que promueven el bienestar.

2.- La psicología positiva reconoce la importancia de emociones tales como la felicidad, la gratitud y la alegría para mejorar el bienestar general de las personas. En diferentes investigaciones científicas se ha puesto de manifiesto como el desarrollar este tipo de emociones puede cultivar y generar un impacto en la salud mental y física de forma positiva.

3.- Desde la psicología positiva se entiende y se adopta un enfoque holístico, entendiendo como tal el conjunto del ser humano, y reconoce que hay múltiples factores que incluyen factores biológicos, psicológicos, sociales y culturales que influyen en nuestro bienestar.

4.- Se basa en la investigación científica y empírica. Utiliza métodos rigurosos para estudiar las emociones, las fortalezas y el bienestar, desarrollando programas de intervención y práctica para promoverlas.

5.- Se centra en la prevención y en la mejora: enfatiza la importancia de la prevención en lugar de solo tratar las enfermedades o los trastornos mentales. Esto incluye el desarrollo de la intervención y prácticas que ayuden a la persona a crear resiliencia, hacer frente al estrés y mejorar su bienestar general.

6.- Tiene una base interdisciplinar: se basa en una gran variedad de disciplinas, incluidas la psicología, la neurociencia, la sociología y la filosofía, para comprender y promover el bienestar del ser humano.

En definitiva, las principales características de la psicología positiva reflejan un enfoque en la promoción de las emociones positivas, la construcción de fortalezas individuales, la adopción de un enfoque del bienestar, el uso de la investigación científica y el énfasis en la prevención y la mejora de la calidad de vida.

Y ahora cómo puedo descubrir mis fortalezas

Nos pasamos gran parte de nuestra vida sin ser conscientes de nuestros puntos fuertes, sin dejar brillar nuestro verdadero potencial, porque nos pasamos gran parte de la vida analizándonos y comparándonos con el entorno.

Gran parte de nuestra vida, estamos en modo automático, carecemos de autoconciencia, no estamos conectados con nuestra identidad y desconocemos el impacto que eso causa en nosotros mismos.

“Ser consciente de tu potencial, cultivar tu mejor versión es todo un trabajo esencial para saber cuáles son tus fortalezas y decidir qué hacer contigo misma”

Paula Cañeque-psicologa

Muchas veces, nos enfrascamos en aquello que no tenemos, en aquello que nos ha pasado, en cómo nos han limitado …

Así que el primer gran desafío consiste en ser consciente del lenguaje relacionado con las fortalezas, ya que entender y utilizar el lenguaje apropiado nos ayudará a tener una mayor conciencia sobre nuestras fortalezas.

Y el segundo paso es cultivar y dar lugar a esas fortalezas que están en nosotras, cuidarlas y abonarlas para que alcancen su potencial.

¿Cuántas fortalezas existen?

Las diferentes investigaciones ha puesto de manifiesto que las personas más felices son aquellas que ponen en funcionamiento  “sus fortalezas” entendiendo como, fortaleza,  la base más significativa para el desarrollo de una vida plena y satisfactoria.

“Los investigadores de prevención han demostrado que existen fortalezas humanas que actúan como amortiguadores contra las enfermedades mentales: coraje, mentalidad futura, optimismo, habilidades interpersonales, fe, ética de trabajo, esperanza, honestidad, perseverancia y la capacidad de fluir y perspicacia, por nombrar algunas. Gran parte de la tarea de la prevención en este nuevo siglo será crear una ciencia de la fuerza humana cuya misión será comprender y aprender a fomentar estas virtudes en los jóvenes.

(Seligman y Csikszentmihalyi)

Es evidente que conocer tus puntos fuertes te ayuda a conectar contigo, a ser auténtica, crecer, a tener una mayor sensación de bienestar y optimizar tu rendimiento.

Se podría decir que genera ese espacio de mejora y desarrollo personal para arreglar nuestras debilidades, tratarnos con cariño y respeto.

Las fortalezas son esos talentos y capacidades en los que las personas mostramos una especial destreza y cuyo cultivo nos proporciona un gran disfrute.

Muchas veces, nos cuesta darnos cuenta de nuestras fortalezas y pensamos que no tienen importancia. Tener un buen conocimiento de ellas, nos permite ser más fuertes, adaptarnos mejor a las dificultades, apreciar lo que somos. 

Desde la psicología positiva destacan 24 fortalezas que se agrupan en 6 categorías:

1.- Sabiduría y conocimiento: Implican la adquisición y el uso de conocimiento.

  • Curiosidad, interés por el mundo: tener interés por lo que sucede en el mundo, encontrar temas fascinantes, explorar y descubrir nuevas cosas.
  • Amor por el conocimiento y el aprendizaje: Llegar a dominar nuevas materias y conocimientos, tendencia continua a adquirir nuevos aprendizajes.
  • Juicio, pensamiento crítico, mentalidad abierta: Pensar sobre las cosas y examinar todos sus significados y matices. No sacar conclusiones al azar, sino tras evaluar cada posibilidad. Estar dispuesto a cambiar las propias ideas basándose en la evidencia.
  • Ingenio, originalidad, inteligencia práctica: Reflexionar sobre nuevos y productivos caminos y formas de hacer las cosas. Incluye la creación artística, pero no se limita exclusivamente a ella.

2.- Coraje: Fortaleza mental que implica la consecución de metas ante situaciones de dificultades tanto externas como internas.

  • Valentía: No dejarse intimidar ante la amenaza, el cambio, la dificultad o el dolor. Ser capaz de defender una postura que uno cree correcta, aunque exista una fuerte oposición por parte de los demás, actuar según las propias convicciones, aunque eso suponga ser criticado. Incluye la fuerza física, pero no se limita a eso.
  • Perseverancia y diligencia: Terminar lo que uno empieza. Persistir en una actividad, aunque existan obstáculos. Obtener satisfacción por las tareas emprendidas y que se consiguen finalizar con éxito.
  • Integridad, honestidad, autenticidad: Ir siempre con la verdad por delante, no ser pretencioso y asumir la responsabilidad de los propios sentimientos y acciones emprendidas.
  • Vitalidad y pasión por las cosas: Afrontar la vida con entusiasmo y energía. Hacer las cosas con convicción y dando todo de uno mismo. Vivir la vida como una apasionante aventura, sintiéndose vivo y activo.

3.- Humanidad: Fortalezas interpersonales que implican cuidar y ofrecer amistad y cariño a los demás.

  • Amor, apego, capacidad de amar y ser amado: Tener importantes y valiosas relaciones con otras personas, en particular con aquellas en las que el afecto y el cuidado son mutuos. Sentirse cerca y apegado a otras personas
  • Simpatía, amabilidad, generosidad: Hacer favores y buenas acciones para los demás, ayudar y cuidar a otras personas.
  • Inteligencia emocional, personal y social: Ser consciente de las emociones y sentimientos tanto de uno mismo como de los demás, saber cómo comportarse en las diferentes situaciones sociales, saber qué cosas son relevante para otras personas, tener empatía.

4.- Justicia: Fortalezas cívicas que conllevan una vida en comunidad saludable.

  • Ciudadanía, civismo, lealtad, trabajo en equipo:  Trabajar bien dentro de un equipo o grupo de personas, ser fiel al grupo y sentirse parte de él.
  • Sentido de la justicia, equidad: Tratar a todas las personas como iguales en consonancia con las nociones de equidad y justicia. No dejar que los sentimientos personales influyan en decisiones sobre los otros, dando a todo el mundo las mismas oportunidades.
  • Liderazgo: Animar al grupo del que uno es miembro para hacer cosas, así como reforzar las relaciones entre las personas de dicho grupo. Organizar actividades grupales y llevarlas a buen término.

5.- Moderación: Fortalezas que nos protegen contra los excesos.

  • Capacidad de perdonar, misericordia: Capacidad de perdonar a aquellas personas que han actuado mal, dándoles una segunda oportunidad, no siendo vengativo ni rencoroso.
  • Modestia, humildad: Dejar que sean los demás los que hablen de uno mismo, no buscar ser el centro de atención y no creerse más especial que los demás.
  • Prudencia, discreción, cautela: Ser cauteloso a la hora de tomar decisiones, no asumiendo riesgos innecesarios ni diciendo o haciendo nada de lo que después uno se pueda arrepentir.
  • Auto-control, auto-regulación Tener capacidad para regular los propios sentimientos y acciones. Tener disciplina y control sobre los impulsos y emociones.

6.-Trascendencia: Fortalezas que forjan conexiones con la inmensidad del universo y proveen de significado la vida. Apreciación de la belleza y la excelencia, capacidad de asombro Saber apreciar la belleza de las cosas, del día a día, o interesarse por aspectos de la vida como la naturaleza, el arte, la ciencia…

  • Gratitud: Ser consciente y agradecer las cosas buenas que a uno le pasan. Saber dar las gracias.
  • Esperanza, optimismo, proyección hacia el futuro: Esperar lo mejor para el futuro y trabajar para conseguirlo. Creer que un buen futuro es algo que está en nuestras manos conseguir.
  • Sentido del humor: Gustar de reír y gastar bromas, sonreír con frecuencia, ver el lado positivo de la vida.
  • Espiritualidad, fe, sentido religioso: Pensar que existe un propósito o un significado universal en las cosas que ocurren en el mundo y en la propia existencia. Cabe considerar que existe algo superior que da forma a determinar nuestra conducta y nos protege.

Cuando nos llega algún momento de la vida en que lo pasamos mal, y a todos nos llega, son nuestras fortalezas las que nos mantienen en pie, las que nos dan el carácter para resistir el empuje de la adversidad. Mientras tanto, la vida nos ofrece una tregua que debemos utilizar para armarnos y crear o pulir nuestras fortalezas y ser conscientes de ellas. Con estas líneas espero haberte ayudado a tomar consciencia de tus fortalezas y, por tanto, también de tus debilidades. He intentado trasladarte otra mirada de la psicología, lejos de la enfermedad y más próxima a la vida cotidiana y al crecimiento personal.

Finalmente, me gustaría llevar tu atención al hecho de que no siempre somos capaces de todo ni lo podemos todo, en especial en los peores momentos, es por eso que cuando el viento vaya en contra y veas que no puedes avanzar por ti misma, no te rindas, sé fuerte y valiente, pide ayuda a los más cercanos, a la familia, a los amigos y si es necesario, los profesionales estamos ahí para ayudarte a seguir adelante. ¡Siempre adelante!


Paula Cañeque – Psicóloga

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Paula Cañeque - Psicóloga Clínica
Paula Cañeque-Psicóloga
Ayudar a las personas en su proceso de verse a sí mismo desde la calma y serenidad es mi máxima prioridad. Poder brindar de las herramientas de apoyo necesario para que las personas puedan navegar por sus emociones y pensamientos de una forma sana. Enfrentarse a sus inseguridad y miedos para brillas por sí mismos
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