Te has preguntado alguna vez por qué no consigues lo que quieres. Lo cierto es que todo el mundo quiere lo que no tiene. Ya sea una relación estupenda, bien sea estresarnos menos, lo cierto es que por mucho que lo queramos, a veces tenemos la sensación de que nuestros deseos no se nos cumplen. El problema, en realidad, no es que no se consigan, sino que la gran mayoría de las ocasiones dedicamos más tiempo a pensar en que no se están llevando a cabo que al hecho de preguntarnos los motivos por los que probablemente no lo estamos obteniendo. Si piensas que nunca consigues lo que te propones, tal vez estas cinco razones te ayuden a entender su porqué:
– Tiras la toalla muy pronto.
Conseguir lo que quieres no siempre es tarea fácil. Aunque creas que mereces tener una relación diez ahora, es posible que no hayas construido aún los cimientos para cultivarla. Deja entonces de preguntarte por qué no puedes tenerla y empieza a trabajar para construir una buena relación. Lucha por lo que realmente quieres, valora qué es lo que hace que tu relación no vaya bien y ponte manos a solucionarlo.
– No asumes los obstáculos.
Las heridas, al igual que las pérdidas y los errores, duelen. Pero esas desavenencias son inevitables y forman parte de la vida. En lugar de estar pensando en lo justas o injustas que estas pudieran ser, sería más conveniente que te pararas a meditar en cómo afrontarlas para superarlas. Los contratiempos no son el problema; el verdadero problema es lo que tú haces con ellos.
– Dudas de ti mismo.
Posiblemente, quieras muchísimas cosas. Pero, ¿crees que realmente las mereces? Si crees que no las mereces, no las conseguirás. En su lugar, encontrarás mil excusas, prestarás más atención a las críticas o incluso perderás la esperanza. Para conseguir tus objetivos, tienes que creer en ti y confiar en tus posibilidades.
– Te preocupas demasiado por lo que NO quieres que te suceda.
La mayoría de nosotros nos dejamos llevar más por el miedo que por el deseo. Si centras la atención en tu pánico por aquello que no quieres, al final solo te fijarás en eso y dejarás de lado lo que realmente deseas. Deja de pensar en tus temores si quieres ver el camino que te llevará a tus metas.
– Piensas mucho en el “qué dirán”, en la opinión ajena.
Está claro que lo que otros piensan es importante, pero si eso te preocupa más que lograr tus objetivos, entonces cambiarás tu comportamiento para asegurarte de que los demás te aceptan, menos tú. Si vives tu vida otorgándole relevancia a lo que otros pensarán, al final estarás viviendo su vida y no la tuya.
Está claro que es difícil conseguir lo que queremos. Nadie dijo que fuera fácil el camino, pero piensa que en esta vida no hay nada que sea imposible.