“Usted mismo, tanto como cualquier otro en el universo entero, merece su amor y afecto”
(Buda)
Mucho se ha hablado de nuestro bienestar físico y poco de nuestro bienestar mental durante la pandemia.
Y es importante hacerlo.
Si te das cuenta, la mayoría de las personas de tu alrededor están muy preocupadas por los kilos de más que han engordado durante el paso del COVID-19 , pero ¿qué pasa con la recuperación de la salud mental que hemos perdido todos y todas por el camino?, ¿cómo se gestiona un cambio de vida así, que, además, ha llegado sin previo aviso?, ¿hasta qué punto nuestra autoestima se ha visto afectada? ¿cómo recuperamos nuestro amor propio?
Si partimos de la idea de que una baja autoestima implica un constante sufrimiento para la persona que la padece y que puede derivar en depresión, ansiedad, trastornos de alimentación y abusos de sustancias, resulta imprescindible pararse a pensar hasta qué punto, la pandemia ha afectado en nuestra forma de vernos y como recuperar la confianza en uno mismo.
Autoestima en tiempos de pandemia
Con el paso del COVID-19 y el cambio de nuestros hábitos de vida, muchos se han visto incapaces de afrontar los nuevos retos y dificultades que la pandemia les ha puesto delante del camino de un día para otro. Y sin darse apenas cuenta de ello.
El cambio radical de los hábitos ha hecho que muchas personas se hayan sentido sobrepasadas: la parada radical del trabajo, los horarios, los aprendizajes en online, las interacciones sociales limitadas, no estar en el lugar de trabajo y cambiar la rutina diaria de forma radical, ha provocado un aumento de los problemas en autoestima.
Una de las consecuencias del aislamiento es que las personas se ven más obligadas a detenerse y pensar qué están haciendo con sus vidas: la insatisfacción personal, el deseo de cambiar aspectos de su vida, replantearse el grado de felicidad que tienen, la toma de consciencia de que la vida es corta, pueden hacer que las personas se sientan como si hubieran perdido su sentido de identidad, lo que reduce significativamente la autoestima. En definitiva, las personas acaban por tener más tiempo para rumiar.
El impacto de la pandemia en la autoestima y salud mental
Miedo, Inseguridad, Tristeza, Ansiedad, Falta de confianza
A medida que la pandemia se extendía por el mundo ha provocado con su paso un considerable temor y preocupación. Su principal impacto psicológico recae en las elevadas tasas de estrés o ansiedad. A medida que se han introducido nuevas directrices sus efectos han sido más generales: soledad, depresión, falta de confianza e inseguridad y baja autoestima.
En definitiva, nuestra salud mental se ha ido mermando con cada dato y estadística sobre contagios y muertes por COVID-19. Nos “hicimos pequeñitos” y nos dimos cuenta de lo fácil que era perder a nuestros seres queridos con un virus en cuestión de días, cambiando nuestra existencia por completo.
Muchos se vieron solos de repente: perdieron a sus madres, padres, hijos, abuelos, parejas. Todo.
Sin la posibilidad de volver a verles, poder despedirse, tener el último adiós.
Y en medio de todo este caos emocional, los menores y su salud mental, de la que pocos se han acordado.
Autoestima y salud mental en los niños
Que a los niños también les ha afectado toda esta crisis sanitaria está claro, pero también es cierto que la autoestima no se mejora ni se empeora de un día para otro, sino que más bien está condicionada por el entorno y el paso del tiempo.
La comunicación y la manera de sacar fuerzas para afrontar el paso del COVID-19 de la forma más positiva posible por parte de los padres ha sido muy importante porque, aunque no lo creamos, los más pequeños perciben lo que pasa en cada momento. Perciben nuestro estado de ánimo.
Quizás, en muchos casos, el miedo al contagio nos ha llevado a enseñar cosas que no queremos realmente transmitir a nuestros hijos e hijas con el único objetivo de que cumplieran la normativa sanitaria.
Y es que el miedo de las madres y padres es uno de los factores a trabajar como principal influencia en la autoestima de los pequeños/as.
- Seguro que aún recuerdas el miedo que teníamos a que pasaran tantas horas con la mascarilla puesta en esa vuelta al cole 2020/2021.
- El miedo a que tuvieran la suficiente responsabilidad para cumplir los requerimientos de higiene de su colegio o instituto.
- Y el miedo a que nos llamaran porque confinaban la clase de nuestro hijo/a y teníamos que enfrentarnos de nuevo a nuestro jefe.
Y no solo son miedos. Hay más.
La tristeza o los sentimientos relacionados con la pérdida de una persona querida empeoran y mucho, el estado actual de nuestra salud mental.
La falta de confianza en las autoridades sanitarias, o incluso en el propio colegio, nos ha llevado a situaciones de ansiedad extrema.
Lo verdaderamente importante es ver cómo han influido nuestras decisiones de este último año y medio en la vida actual de nuestros hijos e hijas: cómo estaban, cómo están y cómo estarán, mentalmente.
Con los buenos resultados de la vacunación y el cambio de situación parece que llega el momento de dejar los miedos atrás. Es un momento bueno para trabajar la autoestima sana de los niños. Y si puede ser en compañía de un profesional de la autoestima infantil, mejor que mejor.
Autoestima y salud mental en los adolescentes
Que la adolescencia es una etapa complicada ya lo sabemos. Y que en medio de una epidemia de coronavirus es todavía más difícil, pues también.
No hay duda de que la salud mental de los adolescentes también se ha visto influenciada por el paso del COVID. El confinamiento y el encierro les han obligado a reestructurar su tiempo y sus actividades; y si ya resulta complicado siendo adulto, imagínate cómo ha influido todo para un adolescente.
La frustración y la tristeza también se apoderaron de sus mentes.
Por eso, hacerles entender que todo este esfuerzo y recorte de derechos serviría para protegerse así mismos y a sus familias debería haber sido nuestra primera opción como padres. Y si no lo hicimos durante el encierro, quizás ahora podría ser buen momento, cuando el riesgo todavía sigue ahí fuera, aunque sea en menor porcentaje.
Piensa que los adolescentes fueron privados de ver a sus amigos y de realizar todo lo que les motiva o les apasiona. También perdieron seres queridos y llegaron a sentirse muy perdidos y sin esperanza. Igual que los adultos.
De hecho, muchos siguen sintiéndose así.
Si crees que tus hijos/as pudieran estar sufriendo todavía estrés, ansiedad o dificultades para manejar sus emociones en relación a la nueva normalidad sería conveniente visitar a un especialista en psicología y salud mental.
Autoestima y salud mental en los adultos en pandemia
Y ahora hablemos de ti.
¿Sientes que todavía tienes miedo, creencias limitantes, pensamientos negativos o que has perdido la confianza en ti misma con el paso de la pandemia. Es momento de pararse a valorar todo lo ocurrido y a descubrir qué sentimientos tuviste estos meses atrás y cuáles tienes justo ahora.
Una baja autoestima es un trampolín para la aparición de episodios de estrés, ansiedad y depresión, así que no es algo que debas continuar ignorando porque, ¿sabes qué? No eres la única que se siente así.
Si me permites, te voy a dejar un consejo final:
Ahora es un buen momento para trabajar en el desarrollo de una autoestima sana y marcar un antes y un después en la forma de afrontar todos los cambios que nos ha dejado el COVID-19. Con el curso de autoestima podrás implementar las mejores prácticas.
Eso sí, asume que vas a necesitar tiempo, técnica y ayuda de un profesional. No tienes que hacerlo sola, así que ¿hablamos?