“Me encanta que quede perfecto”, “no ha quedado perfecto”, “no soy perfecta”, “busco la perfección”. No cabe la menor duda, que de alguna forma u otra queremos la vida perfecta, trabajos perfectos, padres perfectos y seres perfectos. Además, queremos ser el perfecto profesional, madre, estudiante, amigo, administrador….
Desde edades muy tempranas nos enseña que 10 es mejor que 0. Esta lección nos deja claro que no alcanzar la perfección nos hace ser menos e indignos. Además, nos enseñan que el fracaso es humillante y vergonzoso y en lugar de aprender del intentar y fallar, lo mejor es renunciar a todo proceso de aprendizaje. Así que de esta manera nos enredamos en una idea irracional que se llama perfeccionismo.
¿Eres perfeccionista?
Contrariamente a la creencia popular “perfeccionista” no son sólo las personas que quieren ser perfectas o que buscan la perfección, sino todas aquellas que…
- Tienen expectativas poco realistas y que se castigan a sí mismas cuando fallan. Tienen un idea de la perfección de “aquí y ahora mismo”.
- Se sienten frustradas cuando las cosas no salen como uno espera.
- Se culpan a sí mismas de la mayoría de las cosas, independientemente de la culpa.
- Tienen tendencia a esperar el mejor momento para empezar y siempre “están preparando” el trabajo mientras que pierden tiempo en los detalles. Es decir, procrastinan. A pesar de tener todos los medios para cumplir la tarea, lo dejan para el final esperando hasta que todo esté perfecto. Este ritual no termina nunca, porque para el perfeccionista siempre hay algo que añadir, algo que cambiar, algo que pulir…
- Son críticos consigo mismos y nunca están contentos con el resultado.
- Tienen un tipo de pensamientos en el que prima lo polarizado “blanco y negro”, “todo o nada”. Es decir, si no soy inteligente, soy estúpido.
- Les invaden temores de fracaso y rechazo. No aceptan bien la crítica.
- Tienen problemas de relación. La base de las relaciones es la intimidad y confianza. El perfeccionista utiliza como mecanismo de defensa el “proteger”. Las personas cuando esperan relaciones perfectas a menudo se frustran ya que es imposible conseguir tal cosa. Nadie es perfecto.
Es común encontrarnos en los medios de comunicación la idea de “perfección” como una panacea del existo. Sin embargo la perfección es subjetiva por lo que cada uno tiene una idea de ella. Es probable que sea diferente para mi y que lo sea para ti. Si bien el concepto de perfección es universal para la humanidad y se puede encontrar en las profundidades de nuestra historia, lo cierto es que somos cada uno de nosotros los encargados de definirlo así como, los responsables de cómo lo usemos.