¿Cómo tener certeza de que algo está perfecto?, ¿cómo podemos estar seguros de que nada malo va a ocurrir?, ¿controlamos el futuro?, ¿cómo podemos controlar nuestra vida o la de nuestro familiares para que no suceda nada malo?. El ser humano está en la constante búsqueda de la seguridad, sin embargo la respuesta es que no tenemos control sobre ello, es imposible prever que nada malo pueda suceder porque por mucho control que tengamos, la mayoría de las cosas que nos suceden están fuera de nuestro alcance.
Una de las manifestaciones más comunes del TOC es la necesidad de reafirmarse en aquello que ya se ha hecho o que se está haciendo. Es la búsqueda de la seguridad. Muchos pacientes con Trastorno Obsesivo Compulsivo se llenan de preguntas del tipo “¿Seguro que está bien si hago esto o aquello?, ¿Estoy seguro de que nadie resultará herido? ¿ Estoy seguro que no sucederá nada malo? ¿Estas seguro?, ¿estas seguro?
Mientras que las anteriores preguntas son solicitudes de ayuda, no son las únicas formas en la que los enfermos de TOC buscan confirmación, seguridad y tranquilidad. De hecho, la verdadera naturaliza del TOC se centra en hacer que todo aquello que les rodea esté perfecto. El trastorno está caracterizado por pensamientos y temores obsesivos que conducen al paciente a participar en pensamientos o comportamientos compulsivos, recurrentes e irrazonables. Las obsesiones son intrusivas y no deseadas, causando diversos grados de estrés y ansiedad. Las compulsiones alivian temporalmente eso sentimientos de miedo. Las compulsiones son siempre de alguna manera una forma de buscar tranquilidad con la intención de que todo esté perfecto.
Un buen ejemplo es el caso de alguien con TOC que está obsesionado con la idea de que pueda ocurrir un incendio por haber dejado la cocina encendida o la estufa. La compulsión consistirá en verificar que la cocina estuviera apagada con el fin de asegurarse que nadie resultará herido. Otro ejemplo de TOC lo tenemos en aquellas personas que tienen miedo a contaminarse (obsesión) y se lavan las manos constantemente (compulsión), para asegurarse de que sus manos están lo suficientemente limpias y sin gérmenes. En casos extremos, las manos llegan a quedarse en carne viva.
En ocasiones las personas padecen TOC mucho antes de darse cuenta de que hago va mal. Incluso hay comportamientos que la propia familia toma con normalidad. Nos podemos encontrar con algún familiar o amigo que diga repetidamente “lo siento o perdón” porque cree que las cosas no estén bien hechas o porque se sienta responsable de lo que está ocurriendo o de lo que pueda ocurrir. De esta forma está buscando la confirmación constantemente. Confirmándole que todo está perfecto o de que no hay ningún problema le estamos haciendo un flaco favor, ya que a través del condicionamiento clásico la persona automatiza el decir constantemente “lo siento” y además le alimentamos una idea irracional sobre la perfección.
Llegados a este punto muchos se preguntarán ¿cómo se puede superar la compulsión?. Lo cierto es que no es nada fácil y para ello es necesario acudir a un psicólogo especializado en terapia cognitiva conductual. A través de las técnicas de exposición con prevención de respuesta los pacientes se enfrentan a los miedos y evitan dejarse llevar por el comportamiento compulsivo. Lo importante para los pacientes con TOC, es vivir la vida, centrarse en el momento presente y no obsesionarse con la idea de la búsqueda de la seguridad, ya que no existe.