El Alzheimer golpea el cerebro del enfermo y el corazón de los familiares”
Hoy el día mundial del Alzheimer, no he podido evitar dedicar unas cuantas palabras a esta tremenda enfermedad. El recuerdo se apodera de mí y una inmensa emoción de tristeza y añoranza me invade. El Alzheimer lo viví con una de las personas más importantes de mi vida, mi abuela. Era una mujer extraordinaria, llena de vida, enérgica, generosa, el pilar de la familia. A ella le debo gran parte de lo que soy ahora. Con ella aprendí a valorarme como persona y a soñar en ser lo que soy ahora. Sus largas conversaciones me ayudaron a asentar los valores que como persona me han formado. Fue una suerte que estuviera en mi vida, recibir su cariño fue un aliento que hoy en día sigue presente. La llevo en mi corazón y no hay día que no la recuerde por alguna anécdota o alguna de sus enseñanzas.
Cuando el Alzheimer la invadió poco a poco, esa persona comenzó a desaparecer. Su mirada comenzó a cambiar, sus gustos, sus desconciertos. Y a la familia, le costo mucho adaptarse, comprender que habíamos perdido a ese pilar que era para todos. Los olvidos frecuentes, la dificultad que tenía al no encontrar la palabra adecuada para la frase, las desorientaciones en lugares conocidos, los equívocos con el dinero, la perdida de memoria progresivamente y su expresión de desconcierto y confusión comenzaron a formar parte de su vida. Y es que, comenzó la cuenta atrás, perder lo que tanto queríamos para acompañarla en su enfermedad desde el amor y el cariño.
Por mucho que sepas de la enfermedad, nada te prepara para todos los cambios que vas a vivir, asumir que progresivamente pierdes a la persona que conoces bien y que su esencia va desapareciendo hasta convertirse en otra persona, es lo más duro de toda la enfermedad. Es cierto que cuando el Alzheimer aparece en cualquier familia, la experiencia es desagradable, mal llevada, llena de problemas y desconocimientos, es usual el miedo. Miedo no sólo por el deterioro que supone la enfermedad en sí, sino por las condiciones adversas que tiene que pasar la persona que amas con locura a lo largo del curso de la enfermedad.
La vida llega,
La vida pasa,
Al final el alzheimer,
El amor siempre queda.
Un beso abuela
Paula Cañeque