Psicología
8 Pasos para cuidar la memoria
¿Sabemos cuidar la memoria?. A menudo hablamos de buena o mala memoria como si se tratara de algo con lo que se nace y fuera imposible modificarlo. Esto no es del todo cierto. Es verdad que hay algunas personas que tienen una memoria prodigiosa y, de hecho, puede deberse a factores genéticos. Sin embargo, no hemos de caer en el error y pensar que no se puede ejercitar. Aquí les dejo algunos consejos para cuidar la memoria.
Podemos decir que la memoria es como un músculo que cuanto más se ejercita, mejor funciona. Aunque dejaremos las técnicas mnemotécnicas para otro post, en éste vamos a ver algunos consejos que favorecen, digamos indirectamente, la capacidad para memoriza. Se trata de cuidar la memoria.
El descanso es un aspecto fundamental para el funcionamiento de la memoria. Está totalmente demostrado que el cansancio influye negativamente, entre otras, en nuestra capacidad para memorizar. Por ello, es imprescindible dormir de 7 u 8 horas seguidas durante la noche en el caso de los adultos, siendo este periodo aún mayor en el caso de los niños.
Otro aspecto importante es la alimentación. El cerebro es el mayor consumidor de energía de nuestro cuerpo y por tanto, para que funcione, debemos proporcionarle los nutrientes necesarios. Una dieta equilibrada y no olvidar nunca tomar nuestro desayuno, resultan esenciales para el funcionamiento cerebral.
El ejercicio físico moderado y regular favorece muchas de nuestras facultades mentales, entre ellas, la memoria. El cerebro y el cuerpo están indiscutiblemente unidos; así, el bienestar general que proporciona la actividad física revierte positivamente en nuestra actividad mental.
El estrés puede ser un factor que merme nuestra capacidad memorística. En este caso, el dominio de técnicas de relajación resulta un recurso útil a la hora de conseguir las condiciones adecuadas para que nuestra memoria funcione de manera eficaz.
Escuchar ciertos tipos de música mientras tratamos de memorizar puede ser beneficioso. Se ha demostrado que la música relajante induce un estado de sosiego y tranquilidad que favorece la memorización.
La utilización de recursos visuales como fotografías, esquemas, mapas conceptuales, etc. resultan útiles a la hora de memorizar cualquier contenido.
Actividades alternativas como realizar crucigramas, jugar a las cartas o el simple hábito de leer también estimulan nuestra capacidad memorística.
Y por último, algo que resulta enormemente eficaz a la hora de memorizar es enseñar lo aprendido. Las habilidades que se ponen en marcha cuando una persona trata de enseñar a otra favorece la cristalización de aquello que se ha memorizado.
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