La depresión se puede padecer en cualquier momento de nuestra vida. Implica mucho más que sentir tristeza en un momento puntual. Muchas personas que ha padecido depresión la describen como “vivir en un agujero negro”, se sienten absolutamente vacías, apáticas y con un gran sentimiento de inutilidad. Sin embargo, no todas las personas tienen la misma vulnerabilidad a padecer depresión. De hecho, las investigaciones han identificado una serie de factores que favorecen la aparición de la depresión, como pueden ser:
Antecedentes familiares
Tener en familiar con depresión aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad. La predisposición genética es responsable de la depresión endógena. De hecho, entre los progenitores, los hermanos y los hijos de un depresivo endógeno puede haber entre un 15 y a un 20 por ciento de individuos afectados por la misma enfermedad. A medida que el vínculo de parentesco consanguíneo con la persona que tiene depresión es menor, tíos, primos y sobrinos el riesgo de contraer la depresión es menor.
Experiencias traumáticas en la infancia
Los estudios han puesto de manifiesto que experiencias traumáticas en la primera infancia tales poco la pérdida de un padre antes de la adolescencia, negligencia por parte de sus cuidadores, abuso físico, emocional o sexual y el divorcio de los padres están vinculados a un mayor riesgo de depresión cuando se llega a adultos.
Vivir en las grandes ciudades
Hay un índice mayor de depresión en personas que viven en ciudades que entre persona que viven en el campo. De hecho, los datos en investigación sugieren que la depresión es dos veces más común en persona que viven en la ciudad.
Enfermedades
Ciertas enfermedades están asociadas a la depresión: enfermedad crónica como por ejemplo el párkinson, la fibromialgia, dolor crónico, así como las enfermedades del corazón, cáncer, trastorno de la tiroides, desequilibrios hormonales, infecciones virales crónicas.
Ser mujer
Se estima que una de cada cuatro mujeres sufre de depresión frente a uno de cada diez hombres. Una de las posibles explicaciones que se dan está relacionada con los factores hormonales, se sabe que la química del cerebro es un factor muy importante dentro de la depresión, en particular cuando se trata del síndrome premenstrual, depresión postparto, menopausia. Además las mujeres tienen una mayor predisposición a padecer problemas con la tiroides como por el ejemplo, el hipotiroidismo que es causa de depresión.
Cambios sustanciales en la vida
A lo largo de nuestra vida hay situaciones en la que se puede determinar un estado depresivo, estas puedes ser varias y las he clasificado en tres:
1.- Situaciones de duelo: la pérdida de un ser querido, una separación o un divorcio. Hay una serie de circunstancias que complican el duelo como son el fallecimiento súbito o inesperado, el padecimiento prolongado y doloroso y la muerte evitable. La muerte de un hijo es la pérdida más traumatizante para los progenitores.
2.- Situaciones de estrés y de sobrecarga: en la actualidad es un factor de riesgo que cada día tiene una mayor incidencia, sobretodo en el ámbito laboral. La sobrecarga laboral o estrés laboral, las preocupaciones constantes por la economía y las autoexigencias conducen al llamado síndrome del agotamiento emocional, que favorece al desarrollo de la depresión.
3.- Cambios bruscos en los estilos de vida: como pueden ser el traslado a otra ciudad, cambio a otro trabajo o ser despedido. El mayor riesgo se produce cuando se han abandonado las rutinas y todavía no se han creado hábitos nuevos.
Si bien cualquier persona puede padecer depresión las investigaciones han puesto de manifiesto que estos 6 Factores favorecen la aparición de la depresión y hacen que las personas tenga una mayor vulnerabilidad.